5 abr 2011






Siempre era la primera persona que pensaba en positivo. Por muy malo que fuera algo, siempre le veía el lado bueno. Aunque pareciese imposible siempre encontraba la parte positiva a todo, ya fuera malo o bueno. Pero hace ya un tiempo, algún chip dentro de mi cabeza dio un vuelco y cada vez me es más difícil encontrar los pros a algo. En mi cabeza hay un predominante y turbio color gris, como las nubes cuando tapan el sol, así es como me siento. No tengo fuerzas, me siento débil. Muchas veces me enfado o simplemente me entran ganas de llorar y no sé por qué. A veces incluso me gustaría dar vuelta atrás y ver qué era lo que me hacía pensar de esa manera, qué era lo que me ayudaba a ser más feliz. Me propongo metas y en sus caminos me apago. Siento que estoy coaccionada en un foso sin posibilidad de salir. Y tengo que admitir que admiro a todas aquellas personas que tienen ese afán de superación insuperable y a las que no les importan las opiniones ajenas.


1 comentario: