No quiero madurar ni crecer. Quiero vivir eternamente en la flor de la vida. Quiero sentir con facilidad mariposas en el estómago. Estar agobiada y olvidar ese agobio con una simple pero adorable sonrisa. Quiero maravillar, ser maravillada, soñar y formar parte de otros sueños. Quiero que me sorprendan. Quiero seguir sonrojándome con la cosa más insignificante del mundo y rebelarme contra mi peluquera pasando meses sin ir a verla. Ser impaciente y apasionada, realista pero amante del verbo "vivir". Que jamás esta medicina me abandone.
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