Celia López

Que raro suena. Todavía no me acostumbro a oír cosas como "Tienes que estudiar día a día", "Aunque no os lo creáis, os estáis jugando vuestro futuro", "Es el último año que vas a estar con tus compañeros en clase", "Disfruta pero estudia"...

A lo largo de los años siempre mis profes me solían decir que había que estudiar todos los días para crear un hábito de estudio pero, a ido pasando el tiempo y siempre he pensado que eso en lo que tanto han machacado siempre no es verdad. Simplemente me paraba a mirar a los muchos que dedican su tiempo, que tan preciado es, a tocarse la nariz durante el curso y, finalmente, consiguen pasar. Otros, incluso si son de mente privilegiada, llegan hasta a sacar nota. Pero finalmente me he dado cuenta y he conseguido averiguar la palabra exacta que define aquello que los profes intentan explicarnos repitiendo y volviendo a repetir en sus sermones: TRIUNFAR. Eso es, TRIUNFAR.

Y, por fin, segundo de bachillerato. A lo mejor es simple imaginación mía pero, noto un cambio. Me miro al espejo y ya no veo a esa niña con tantos pájaros en la cabeza, aunque los tengo, no veo a la niña que no se despegaba de su mami y tampoco veo a esa niña entusiasmada por empezar cuanto antes a estudiar para acabar cuanto antes. Y lo único que se me ocurre pensar es: que envidia.

Las tardes cada vez se me hacen más cortas. Me siento delante del ordenador y una hora pasa como cinco minutos. Me pongo a estudiar y se me pasa el tiempo volando, aunque parezca mentira. Salgo un día con mis amigos y los minutos pasan como segundos. Por eso mi propósito para este curso es escurrir el tiempo al máximo, disfrutar, intentar aprovechar la gran oportunidad que me ha brindado la vida, en definitiva, vivir.

PD: Siempre lo he dicho y siempre lo diré, vale mil veces más una persona trabajadora que una inteligente.